CARACAS ROCKEÓ TODA UNA NOCHE CON EL GILLMANFEST



Un evento tan esperado como el GILLMANFEST CARACAS 2011, por fin llegaría a su día. Un domingo 14 de agosto sería la fecha para acoger a toda la movida del rock nacional a un solo lugar, el CIEC de la UNIMET en Caracas. Testament junto a Dischord, Dissonath, Ashes y Maskhera serían la parte nacional del cartel que nos brindaría una gran noche de metal.



Las puertas del recinto se abrirían poco más de las 6:00pm, miles de rockeros con la particular franela negra, tanto greñudos, como calvos, mujeres y niños de diferentes partes del país estuvieron llegando desde tempranas horas de la mañana, mucha gente del Zulia, Táchira, Anzoátegui, Bolívar, Lara y de los estados centrales del país llegarían al recinto con ganas de rockera ese día.




Al  entrar, se respiraba un ambiente de fraternidad como siempre pasa en los conciertos de rock y sobre todo en los Gillmanfest. Se montaría la primera banda, MASKHERA, haciendo la suplencia a los legendarios de ARKANGEL que se retiraron días antes. Conformados por: Walter Gangi (voz y guitarra) Jefrey Sánchez. (Guitarra y Voces) Alexis Chacón. (Batería) y Carlos Chacón. (Bajo). Tocarían sus temas que han sonado por algunos medios, moverían bastante a la gente que todavía se encontraban llegando al lugar y más al tocar "Creeping death" de Metallica, algunos descontentos porque querían ver a Arkangel, pero eso no frenó a la banda que demostrarían  ser los indicados para la suplencia también ser la más coreada de la noche.



Seguirían ASHES con una tremenda propuesta en escena, una banda que se ha dado a conocer mucho en la movida nacional, conformados por: Marcos Burgos (Guitarra/voz), Víctor Rodríguez (batería), Jonathan Arévalo (bajo) y Edwin Zambrano (voz). Con full energía se mostrarían en el escenario, deleitando al público presente que entre ellos se formaban algunas ollas donde la gente se descargaba con su gran música, su guitarrista Marcos deleitaría a los asistentes con un gran solo de guitarra para exaltar el gran dominio que tenían.


DISSONATH con: Ellis Martínez: (guitarrista), Juan González: (Batería, Daniel Haddad (voz), Alejandro Lobo: (Guitarra) y Luis Malavé: (Bajo). Llegarían desde el oriente del país para ese gran día, se sintieron grandes en el escenario, mucha gente los alababa en su presentación. Lamentablemente el sonido había estado jugando algo mal en contra de las bandas y Dissonath fue la más afectada. La guitarra de Alejandro no sonaba en ningún lado mientras él se fajaba sacando sus solos, fue algo negativo aunque dejaron huella de que son una gran banda.

DISCHORD son: Víctor Villanueva (Voz), Daniel Silva (Guitarra/Voz), Luis Villar (Guitarra), Tomas Pérez: (Voz/Bajo) y Jorge González (Batería). Serían los encargados de cerrar la actuación de las bandas nacionales, una banda con una gran fuerza en el escenario, ya les habían abierto a otra grande del Thrash metal como METALLICA, esta vez sería a TESTAMENT. Una gran actuación, un setlist muy corto, el público se quedó con muchas ganas, pero ya se comenzaba a hacer tarde y tenían que terminar rápido. Temas acostumbrados en sus toques, muy movidos, hicieron poguear a más de uno. Excelente actuación para esperar a los grandes de la bahía de San Francisco.



A las 10:00pm entrarían al escenario con “For the glory” Chuck Billy (voz), Eric Peterson (guitarra), Alex Skolnick (guitarra), Greg Christian (bajo) y Jon Allen (batería) para seguir con “More tan Meets the eyes”. La espera para que se montara Testament se hizo larga y apenas salieron el público enloqueció, en plena canción se armó un gran pogo que nunca paró en la mayoría del concierto. Todo el concierto seguiría siendo grande, con temas como “Electric Crown”, “New Order” estaban sonando muy duro así como un público muy enérgico. Chuck Billy pedía quería bastante ruido por parte de la gente y sería complacido en cada una de sus palabras. Vendría las clásicas como “The Preacher” donde la gente enloquecería más al igual que con “Practice What You Preach”, clásicas de la banda, toda la banda estaba en su mejor momento.




Un Alex y Eric inspirados tocando maravillosamente las guitarras. “Into the pit” se volverían a montar las ollas donde los pogos se harían sentir de una gran manera e intensidad poderosa. Greg presentaría la clásica “Souls of Black” con un gran toque de bajo para luego empezar con un gran clásico como es “The Legacy” que fue inesperada que la tocaran, el tema suave de la noche pero uno de los más coreados. Seguirían la descarga de thrash metal con “D.N.R.”, “3 days in darkness” para destrozar el CIEC con “Over the Wall” donde se despedirían de Caracas y agradecerían esa gran energía que contagio a la banda. Luego de unos minutos donde la gente pediría más Testament, volvería a salir Chuck Billy y compañía para deleitarnos con “Alone in the dark” y finalizar con una gran sorpresa como lo fue el tema “Disciples of the Watch” donde si dirían adiós Caracas, los de California muy agradecidos y se irían dejando un buen espectáculo.


Para finalizar, Testament demostró porque siguen siendo una gran banda y una de las más fuertes ahorita del metal mundial, la fuerza que tienen en el escenario es potente, su baterista Jon Allen quien es el reemplazo de Bostaph en la gira suramericana hizo el trabajo más no sorprendió, se dedicó a tocar las canciones y sin exagerar en ejecuciones. Las bandas nacionales estuvieron excelentes, merecieron estar presentes. El público se comportó a la altura, no hubo mayores problemas y muy enérgico. Lamentablemente el lugar del concierto no es apto para este tipo de eventos y el sonido dejó mucho que desear, tanto que la misma banda mostraría su malestar varias veces en su presentación. Si bien la acústica de por si era mala, a veces hubo unos bajones increíbles en las guitarras, con Testament pasó pero no mucho como en las bandas nacionales donde sí se vieron muy afectadas por ello. 




Una lección para no volver hacer conciertos en la CIEC de la UNIMET. Otro aspecto que se vio claramente reflejado es que no se sintió el ambiente de un GILLMANFEST, no hubo presentadores, no hubo casi agradecimientos a nadie, fue simplemente un show por una empresa privada con un precio solidario más no un GILLMANFEST, así que a Caracas todavía le falta uno verdadero.  Una felicitación a Aleindigo por la organización que sí estuvo muy bien, así como el esfuerzo que tuvieron al organizarlo, a las bandas por demostrar el gran talento y el público por seguir apoyando la movida.