Stratuz retumbó el suelo caraqueño



El viernes 10 de marzo de 2023, el Centro Cultural BOD-La Castellana, uno de los principales centros artísticos de Venezuela, donde abundan exposiciones de diversa índole y un oasis de diferentes géneros musicales, principalmente música tradicional venezolana, jazz, pop, así como un consumado escenario para el teatro y el humor, esta vez se llenó de oscuridad, con el primer concierto de rock-Metal extremo que se realizaba en esa locación, haciendo historia. La banda Stratuz con su doom-death metal, acompañado con una coral y un ensamble de cuerdas, presentó su aclamado disco “Osculum Pacis” completo y a modo de showcase, celebrando los 17 años de Cresta Metalica.

El concierto convocó a un público amante del rock extremo que se portó a la altura, pero además a figuras y periodistas del medio cultural venezolano, quienes se quedaron asombrados con el show, que además de los 17 músicos en escena, incluyó un diseño de escena e iluminación digno de los mejores conciertos que se presentan regularmente en el continente Europeo. Stratuz no solo regaló música del más alto nivel, también una combinación audiovisual exquisita, pocas veces vista en escenarios locales.


El sonido estuvo a la altura, con un balance ideal de los elementos sinfónico – corales con la banda de rock. Todos los detalles y arreglos del álbum “Osculum Pacis” se llevaron a escena con muchísimo esmero y dedicación, gracias a un trabajo que venía gestándose desde finales de 2022, entre la propia banda y la productora Cresta Metalica. El show case de Stratuz, banda pionera del rock-metal extremo en el país no solo fue un triunfo a nivel artístico y sonoro, también desde el punto de vista de producción de espectáculos, probando además que los principales centros culturales del país si pueden ser cedidos a este estilo musical, tal y como sucede en Brasil, Chile, Colombia y Argentina.

Franklin Berroterán, sorprendió a propios y extraños con su combinación de voz gutural y voz limpia, más su imponente puesta en escena. Gerónimo Egea se lució como uno de los guitarristas de rock más completos que hay en el rock venezolano, sus solos estilo Pink Floyd contrastaban con riffs aplastantes, además de una enorme habilidad para dibujar melodías. Leonardo Rangel, otro de los pioneros de Stratuz, estuvo solvente en todo momento con el bajo, cada nota estilo pulso nocturno estuvo en el lugar correcto para dar empuje y ritmo a la música. Ni hablar de la gigantesca labor de Diego Cabrujas en la batería, toda una máquina de fuerza y precisión que aceleraba o disminuía las emociones.


Un quinto integrante de la banda fue el ingeniero de sonido Marcos Burgos, quien hizo su magia para ecualizar el sonido. La cantante invitada Deborah Emperatriz, la coral de 8 voces y el cuarteto de violín, viola y violoncelo dieron el toque especial a la velada. Ese aire de misterios, esas atmósferas de luz y oscuridad, junto a exquisitos arreglos quedaron bien plasmados y el público, hasta aquellos que no son fanáticos del metal extremo lo disfrutaron a plenitud. Todo de la mano de profesionales provenientes del Sistema Nacional de Orquestas y de la Camerata Caracas, quienes también disfrutan con la intensidad del rock.

Fue un show muy atractivo, al cual además de acudir los fanáticos del metal que han acompañado a Stratuz por casi 40 años, también había representantes de los predios sinfónicos como el director de la Orquesta de Rock Sinfónico o el concertino de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, quienes quedaron gratamente sorprendidos. Todo fue deleite para periodistas, productores y cronistas del rock venezolano quienes fueron testigos del derroche de calidad. En las butacas también había adolescentes, quienes optaron por crecer escuchando metal de alta factura.
A continuación, parte de la presentación ese día: